Agresiones a los docentes

Orden de alejamiento de su instituto para un alumno que insultó y amenazó al director y al jefe de estudios 24/11/2010 - Lourdes Contreras

El Juzgado de lo Penal número 11 de Málaga ha condenado a un alumno de un instituto de Enseñanza Secundaria por un delito de coacciones, imponiéndole una orden de alejamiento del centro educativo, así como del director y del jefe de estudios. Durante los próximos dos años, el estudiante no podrá acercarse a una distancia inferior a 300 metros y tendrá que afrontar además doce meses de multa con una cuota diaria de tres euros, lo que suma una cantidad total de 1.080 euros, que deberá abonar antes de que finalice 2011 o, de lo contrario, tendrá que ingresar en prisión (un día por cada dos cuotas impagadas). También habrá de asumir el pago de las costas procesales. El fallo judicial fue dado a conocer, junto a otras dos resoluciones, por Comisiones Obreras, que ha mostrado su satisfacción ante la actitud de la justicia en los casos de agresiones contra el profesorado. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de mayo de 2010 cuando el joven, al ser requerido por el jefe de estudios del IES para que abandonara el aula ante su mal comportamiento, comenzó a insultar al docente con expresiones como “no salgo porque no me sale de los huevos” y a amenazarle de este modo: “Aquí no, pero en la calle te las verás conmigo, te vas a enterar”. Tras este episodio, el director del centro se personó en la clase para recriminar al alumno su actitud, ante lo cual, éste llamó “mierdas” y “perros judíos” a ambos profesores, desafiándoles al mismo tiempo con tener que vérselas con él “fuera del instituto”, y lanzándoles una mochila sin que esto causara lesión a alguna a ninguno de los afectados. En opinión del juez, la intención del estudiante respecto al jefe de estudios era la de “amedrentarle y de vulnerar el principio de autoridad que representa” y, por lo tanto, ha considerado los hechos constitutivos de un delito de coacciones del que el alumno es “criminalmente responsable en concepto de autor”. Para Comisiones Obreras, el compromiso del Fiscal Jefe del TSJA para que “estos actos comenzaran a tipificarse como delitos y como atentados contra la autoridad, con penas de cárcel, en lugar de como simples faltas” ha supuesto un  “punto de inflexión” en los casos de violencia contra el profesorado. Ahora el sindicato pide a las administraciones y a las familias que dignifiquen la figura del docente, alertando sobre nuevas formas de agresión, como el ciberacoso. A juicio del secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía, José Blanco, y de la abogada del Gabinete Jurídico de la entidad, María Dolores López, este tipo de sentencias “suponen un antes y después en la lucha por la convivencia en las aulas y en la dignificación de la labor docente”, aunque “queda mucho por hacer”. Maestros en el banquillo Blanco insistió en la necesidad de recobrar el respeto hacia la figura del trabajador de la enseñanza por parte de la comunidad educativa y de las familias, “ya que cada vez son más los profesores que se sientan en el banquillo acusados por los padres de reñirle a un niño o reprobarle una conducta inadecuada”. “Afortunadamente, -añadió López-, también son cada vez más las sentencias que los absuelven”. En este sentido, el dirigente sindical reiteró que existe “un gran problema en la sociedad y es que la labor del educador es puesta en duda constantemente y eso contribuye a instaurar el mensaje de que cuando algo va mal es culpa siempre” del docente. Por otra parte, el máximo responsable de FE-CCOO Andalucía advirtió sobre la aparición de una nueva clase de acoso basado en las nuevas tecnologías que, según la abogada de la federación, ha hecho aumentar las consultas telefónicas en el servicio de atención puesto en marcha por el sindicato. “Estamos ante lo que se denomina ciberacoso, y frente a ello reclamamos más formación tanto para el profesorado como para los propios padres, porque el porcentaje de agresiones de este tipo es cada vez mayor”. “Incluso, ha habido casos en el que los datos de una profesora se han colgado en una página de contactos sexuales”, apostillaron. Otras sentencias Blanco y López también presentaron otra sentencia, dictada a finales de octubre, y en la que se absuelve a un maestro que fue acusado por una falta de maltrato cuando “agarró del brazo a un alumno” para evitar que se saliera de la fila formada e invadiera la calzada de la calle en una excursión escolar. El docente reprendió al niño por su conducta desobediente, advirtiendo del peligro de un posible atropello, pero su madre,  sin embargo, “le sentó en el banquillo” de un juzgado. También en septiembre de este año fue notificada “otra importante sentencia” por la que se condenaba a otro alumno por un delito de atentado en concurso con una falta de lesiones y una falta de amenazas. Los padres del estudiante deberán abonar una indemnización al profesor afectado de más de mil seiscientos euros por los daños ocasionados, mientras que el joven permanecerá un año en libertad vigilada con contenido formativo-ocupacional. Los hechos ocurrieron en noviembre de 2008, cuando el menor se hallaba fumando en el pasillo del instituto y, tras ser reprendido por su docente, le increpó agresivamente diciéndole: “Te  voy a dar una hostia y una paliza”. Ya en el interior del aula, con los pies sobre su mesa, le llamó “capullo de mierda” y extrajo de su mochila una vara de metal plegable de un metro de longitud, con la que  comenzó a golpearle en los brazos, ocasionando lesiones y un trastorno neurótico postraumático como consecuencia directa de los hechos. Fuente: Andalucía Educa    http://www.andaluciaeduca.com/actualidad/vernoticia.php?id=41000 Después de leer esto lo normal es quedarse con mala sensación. Aun más si es esta la profesión que quieres ejercer en los próximos años. No acabo de entender que está pasando para que se produzcan estas situaciones. Se da quizás una pista en este artículo y es que tanto los padres como los educadores necesitan más formación. Hay una sobreprotección por parte de las familias hacia los jóvenes, que no terminan de entender que el docente está ahí para ayudar a la educacion de sus hijos y dificultan esta labor. Una cosa es que el sistema educativo no sea perfecto, que se obligue a los jóvenes a permanecer en un centro más de lo necesario y esto sea contraproducente pero eso no justifica la pérdida del respeto y la agresividad tanto física como verbal. Solo espero que con las nuevas medidas la situación cambie.