"Abandoné, a la edad de seis años, una magnifica carrera de pintor"

A propósito de las entradas de mis compañeros Sergio y Antonio sobre Ken Robinson y sus ponencias sobre si las escuelas matan la creatividad y sobre el pensamiento divergente debo decir que me parece realmente impactante. Es increíble pensar lo ciegos que hemos estado y que muchos siguen estando y que hasta ahora no se esté empezando a cambiar esto en los institutos. Probablemente esta idea haya estado ahí por mucho tiempo pero en toda mi vida académica muy pocas han sido las personas (realmente solo recuerdo una) que haya aplicado todo esto conmigo. Está claro que la educación no tiene que ser como la hemos vivido y que hay métodos mucho más efectivos. Por suerte, el rebaño se ha rebelado y se niega a seguir caminando donde el perro y el pastor le ordenan.  .
No puedo dejar de pensar cuando escucho a Robinson en un fragmento del primer capítulo de El Principito:

"Las personas mayores me aconsejaron dejar de lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas, e interesarme en cambio en geografía, historia, matemática y gramática. Es así como abandoné, a la edad de seis años, una magnífica carrera de pintor."

Nos asombramos de la imaginación de los niños y pensamos "¿Cómo se le pueden ocurrir estas cosas con lo pequeño que es?". Ahora comprendo que es a la única edad que se le puede ocurrir, ya que luego su creatividad e imaginación quedan mermadas gracias a la educación. Lo que debía ser un organismo para abrir la mente a todo lo que les rodea se convierte en todo lo contrario. Por supuesto, sin mala intención, al menos a priori, pero que hace mucho daño.